Día de diversión familiar experimentando la nueva forma de montar en bicicleta en la ciudad de Komono

Día de diversión familiar experimentando la nueva forma de montar en bicicleta en la ciudad de Komono

Me llamo Isis Akemi Muto y soy de Sao Paulo (Brasil).
Vivo en la prefectura de Mie (Japón) desde hace 22 años.
Aunque he vivido en Mie durante mucho tiempo, me avergüenza decir que no sé mucho sobre la prefectura en la que vivo.
Así que, desde hace poco, mi marido y yo comenzamos a hacer algunas excursiones de un día por Mie.
Para nuestro primer destino, nos dirigimos a la ciudad de Komono. Esta es la segunda vez que estaba en Komono, así que había muchas cosas por descubrir y estoy encantada de compartir nuestra experiencia de este divertido día en familia con todos ustedes.
Komono está ubicada en las montañas, lo que significa que se estará constantemente en contacto con la naturaleza. Una vez que se llega allí, no se puede evitar asombrarse con las preciosas vistas de las montañas, y no es de extrañar que tantos excursionistas de todo Japón vengan a hacer senderismo al monte Gozaisho, una de sus famosas montañas.

PUNTO DE PARTIDA DE NUESTRA AVENTURA EN BICICLETA: EL HOTEL KIBOSO

El hotel Kiboso fue un lugar perfecto para comenzar nuestro día. Es un famoso hotel japonés donde se puede pasar la noche o, simplemente, el día. El hotel Kiboso también es uno de los lugares donde se puede alquilar la bicicleta eléctrica asistida, que fue nuestro medio de transporte durante ese día.


KOMONO + MOBILITY = KOMOBILITY

Komono promueve la bicicleta eléctrica asistida, un nuevo tipo de movilidad perfecto para esta región montañosa. Siendo una gran aficionada al ciclismo y dueña de una bicicleta de carretera, debo confesar que no tenía buena opinión sobre las bicicletas eléctricas asistidas... hasta hoy.

Komobility ofrece 2 tipos de bicicletas: la eléctrica de pedaleo asistido y una con motor. Esta última requiere carnet de conducir, así que esta vez elegimos la eléctrica de pedaleo asistido para que mi hijo pudiera también montar.
Hicimos un pequeño entrenamiento en el aparcamiento antes de salir a la carretera. Mi marido y mi hijo estaban disfrutando mucho, yendo a toda velocidad, mientras que yo fui un poco más prudente. Me impresionó la velocidad nada más comenzar a pedalear.

(Pie de foto: salida del HOTEL Kiboso en KOMOBILITY)

CAMINATA CORTA A KOMONO FUJI

Estando en la ciudad de Komono, por supuesto que queríamos subir una montaña. Desde el hotel pedaleamos hasta Komono Fuji, la montaña más cercana. Komono Fuji no es una montaña alta (369 metros sobre el nivel del mar), sin embargo, el sendero era un poco empinado y desigual en algunas partes. Normalmente, se tardan 20 minutos en llegar a la cima.
Una vez que llegamos a la cima, fuimos recompensados con una vista panorámica de casi 360 grados. Por un lado, el cielo estaba despejado, por lo que podíamos ver la ciudad de Yokkaichi, la autopista e incluso el mar, y el aeropuerto internacional Chubu Centrair a lo lejos. Y, del otro lado, había una increíble superposición de estratos de preciosas montañas cubiertas por nubes, creando un espectacular paisaje, así como el puente Kamoshika, el puente que estábamos a punto de cruzar.

 (Pie de foto: llegamos a la cima asombrosamente en unos 10 minutos)

(Pie de foto: Magnífica vista desde Komono Fuji)


EL PUENTE QUE CONECTA SUZUKA SKYLINE CON LAS TERMAS DE YUNOYAMA


De vuelta en la carretera, nos dirigimos a nuestro siguiente destino.
Esta vez estábamos a punto de descubrir lo muy eficiente que es la bicicleta eléctrica asistida.
¡Subir cuestas nunca había sido tan fácil! Viajar en coche es práctico, pero, en ocasiones, nos perdemos algunos lugares increíbles por el camino. Por otro lado, caminar o montar en una bicicleta normal da mucho tiempo para apreciar verdaderamente la naturaleza. Sin embargo, puede ser todo un desafío, especialmente en una región montañosa, por lo que la bicicleta eléctrica asistida es perfecta.

(Pie de foto: subiendo colinas sin esfuerzo con KOMOBILITY)


Para alcanzar nuestro siguiente destino, cruzamos el puente Yunoyama Kamoshika. Tan pronto como comenzamos a cruzar el puente, quedé asombrada por las vistas, así que no pude evitarlo: tuve que parar para hacer algunas fotos. Desde el puente no solo se tiene una magnífica vista de las montañas, sino también de la famosa cascada de Aotaki.


Al otro lado del puente, había un angosto camino que nos llevó a la ciudad de Yunoyama.

(Pie de foto: vista panorámica desde Kamoshika Ohashi)


CAFE SUIMEI, UN ACOGEDOR E INFORMAL CAFÉ CON AFABLE DECORACIÓN

En Yunoyama-Onsen se pueden encontrar muchos hoteles y cafés. Un dato interesante sobre algunos de estos cafés es que solían ser unos “ryokan”, antiguos hoteles tradicionales japoneses.
El Café Suimei, la cafetería que elegimos, conserva tanto su diseño interior como el exterior, dándole al lugar un aspecto único. Subimos por un camino de escaleras empedradas y ahí estaba el restaurante, al final del camino, junto a un río. La inimitable decoración me llamó la atención tan pronto como entré. Infinidad de farolillos de diferentes lugares colgados en la pared y antiguos carteles en el techo. La propietaria, una amable señora japonesa, explicó que el lugar que ahora es el Café Suimei solía ser el vestíbulo de un hotel, pero decidió convertirlo en una cafetería y trató de mantener su interior original, sin apenas ninguna modificación, por no decir ninguna. Elegimos el asiento de tatami en la ventana por la hermosa vista.


 (Pie de foto: el restaurante Café Suimei en Yunoyama-onsen)


COMER AYU (O PESCADO DULCE) POR PRIMERA VEZ

Llegados a este punto, estábamos muertos de hambre y no podíamos esperar para probar el ayu, la especialidad de la cafetería. Durante el verano, es una tradición en Japón comer pescado ayu salado y asado en un palito. Pedimos 2 menús de ayu, uno para mi esposo y otro para poder compartir con mi hijo. Quedó exquisito: crujiente por fuera y tierno por dentro. También pedimos otros platos, como pasta y el menú de teishoku, que estaban tan deliciosos como el menú de ayu.
※el menú de ayu se encuentra solamente en la carta de verano.

 (Pie de foto: delicioso almuerzo en el Café Suimei)

TIEMPO PARA RELAJARSE Y DESCANSAR EN EL PARQUE OISHI

Tras comer, nos dirigimos a un pequeño, pero hermoso, parque, el Parque Oishi. En ese parque hay una gran piedra de granito y el sencillo, pero encantador, puente rojo. Los árboles, el río Mitaki y las diferentes formaciones rocosas conforman un precioso paisaje.

Cada salida está limitada a 3 horas, por lo que se hizo la hora de regresar al hotel Kibōsō, pero en nuestro camino de regreso tuvimos que hacer algunas rápidas paradas para hacer fotos de las preciosas vistas.

 (Pie de foto: una muy relajante vista del Parque Oishi)

Pasando tiempo libre en el Hotel Kiboso

En el hotel Kibōsō pudimos finalmente relajarnos después del divertido y activo día del que habíamos disfrutado. El hotel está dividido en 2 edificios: uno superior y otro inferior. El vestíbulo, la tienda de regalos y algunas áreas donde poder relajarse se encuentran en el edificio superior, y las habitaciones, el restaurante, las instalaciones de los baños de aire caliente "Radon-yoku" y el acceso al onsen se encuentran en el edificio inferior.

Para llegar al edificio del nivel inferior, nos montamos en un teleférico. Tan solo es un viaje de apenas 2 minutos. Lo vi como una forma muy original de acceder a ambos edificios.

 (Pie de foto: divertida experiencia en el teleférico de Kiboso)

Es la primera vez en 22 años viviendo en Japón que voy a un “ryokan”. Cuando se trata de decoración, cada país tiene su propio estilo y originalidad, y Japón tiene uno que me fascina: delicado y fuerte al mismo tiempo, donde lo moderno y lo antiguo se entremezclan en armonía.

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