RUTA CICLISTA EN PARAJE MÍSTICO CON BARBACOA DE TERNERA DE MATSUSAKA-Visita uno de los santuarios sintoístas más importantes de Japón y saborea la ternera de fama mundial

RUTA CICLISTA EN PARAJE MÍSTICO CON BARBACOA DE TERNERA DE MATSUSAKA-Visita uno de los santuarios sintoístas más importantes de Japón y saborea la ternera de fama mundial

El gran santuario de Takihara (en japonés, Takiharagu) es uno de los lugares más sagrados de todo Japón. Es uno de los santuarios adjuntos (en japonés, betsugu) del complejo sintoísta de Ise Jingu, que constituye uno de los enclaves más famosos de la Prefectura de Mie. Por su parte, la ternera de Matsusaka proviene de la res japonesa negra críada bajo condiciones muy específicas en la Prefectura de Mie. Está considerada como una de las tres mejores clases de ternera japonesa. La “Ruta ciclista en paraje místico con barbacoa de ternera de Matsusaka” ofrece a los participantes una extraordinaria combinación de actividad al aire libre, cultura japonesa y degustación de una de las mejores carnes de ternera del mundo. El precio de este increíble paquete de 5 horas es de ¥13,000 por persona (+¥2,000 por un guía) y es una forma inolvidable de disfrutar alguna de las mejores actividades que ofrece la ciudad de Taiki.

Escrito por Vern Begg
Sobre el autor:
Viajar ha sido siempre una de mis pasiones. Hubo una época en mi vida en que pensé que nunca podría permanecer suficiente tiempo en ninguna parte como para echar raíces. Entonces conocí a mi futura esposa y decidimos formar una familia en Japón. Me mudé a Osaka en el año 2015 y estoy siempre a la búsqueda de nuevas experiencias en este país tan increíble. 


Me encanta montar en bicicleta y es una de mis maneras favoritas de recorrer Japón. Cuando ví la oportunidad de realizar un tour en bicicleta que incluía visita al santuario Takiharagu y almuerzo con barbacoa de ternera de Matsusaka comprendí que era algo que disfrutaría de veras.  Lo que me hace siempre admirar este extraordinario país es su manera de mezclar la cultura japonesa tradicional con los aspectos prácticos de la vida moderna. Un ejemplo perfecto de ello fue mi programa del día, donde se combinaba la visita a un santuario sagrado con el viaje en bicicleta eléctrica a través de un pueblo para  ir probando sus especialidades culinarias en una casa de estilo tradicional habilitada para reposo.


Por ¥13,000 yenes (más tasas), el paquete turístico incluye el alquiler de bicicleta eléctrica (con el casco), almuerzo a base de ternera de Matsusaka a la parrilla y un mapa de la ruta. Decidí añadir guías por todo el trayecto y así no tendría que pedalear solo. Si prefieres pedalear a solas, basta con que recojas tu bicicleta eléctrica y vayas parando en los puntos indicados en el mapa que te entregarán. 


El día de mi tour en bicicleta hizo un tiempo perfecto y me reuní con mis guías en el propio Takiharagu. Deseaba pasar un tiempo en el santuario por la mañana antes de recoger la bicicleta eléctrica. Mientras caminaba hacia el torii (portal tradicional de los santuarios sintoístas) sin pintar que se alzaba a la entrada sentí al momento la trascendencia del lugar. Una vez en el interior lo primero que noté fue el impresionante tamaño de los cedros alineados a ambos lados del camino. 

Pie de foto: El torii a la entrada de Takiharagu.

Pie de foto: Puede advertirse el enorme tamaño de estos cedros de Takiharagu comparando con la estatura de mis guías.


Debido a la época del año, cuando llegué no había demasiada gente, así que fue muy relajante y tranquilo pasear por aquellos terrenos. Por supuesto que la mayoría de los visitantes del lugar iban para rezar y hacer ofrendas, lo cual creaba una atmósfera general de tranquilo recogimiento.

Pie de foto: Impresionantes y añejos cedros en torno al camino


Había un enorme e impresionante árbol que destacaba sobre el resto. El principal motivo es que estaba situado en medio del camino pero otro motivo es que era el único árbol con una corteza que había crecido con estrías en espiral. Mis guías me explicaron que esto se debía a una anomalía magnética en ese punto y por eso el árbol se había hecho muy famoso. Al parecer, el resto de los demás árboles tenían una corteza con las estrías en vertical. 

Pie de foto: El único árbol en Takiharagu con las estrías de la corteza en espiral.


Ví que otros visitantes se dirigían hacia abajo por un camino lateral, así que decidí seguirlos. El camino bajaba hacia un río que discurría suavemente bajo un hermoso toldo de árboles. Después de pasar unos momentos a solas junto a la orilla del río, me dirigí a la zona del santuario sintoísta principal. Había una imponente escalinata de piedra que subía desde el río hasta el camino principal.  

Pie de foto: Este camino lateral conducía a un hermoso enclave junto al río.

Pie de foto: La antigua escalinata de piedra me guió de vuelta al área del santuario principal


Cuando llegué a los santuarios principales del conjunto, mis guías me dieron algunos detalles sobre la divinidad allí consagrada, la diosa del sol Amaterasu. Se dice que hace unos dos mil años, cuando Yamato Hime no Mikoto buscaba un lugar para el culto a Amaterasu quedó tan impresionada por la belleza natural de la zona que decidió que era un lugar ideal para la diosa. 


Los dos santuarios principales de Takiharagu son hermosas construcciones de madera y me sorprendió lo nuevas que parecían. Entonces supe que los santuarios eran desmantelados cada veinte años y vueltos a construir. Los custodios del santuario han venido repitiendo este proceso durante siglos. 

Pie de foto: Los santuarios principales donde los visitantes pueden hacer ofrendas y rezar

Pie de foto: El diseño de los santuarios principales es sencillo y natural


Los hermosos terrenos donde estaban previamente los santuarios y donde se encuentran los actuales están decorados con jardines de piedras perfectamente cuidados. Mientras permanecí allí de pie en silencio, disfrutando de la calma del entorno, mucha gente se acercaba y realizaba sus plegarias a Amaterasu en el modo establecido.

Pie de foto: La localización previa de los dos santuarios principales antes de ser desmantelados y reconstruidos


Después de pasar cerca de una hora en Takiharagu me encontraba preparado para algo de actividad física y deseoso de emprender mi recorrido en bicicleta. En la puerta de salida del santuario me encontré con mi guía ciclista, Taka-san, que estaba esperándome con mi impoluta bicicleta eléctrica Panasonic blanca. Después de las breves presentaciones quedamos listos para pedalear. No tardamos en coordinarnos y la bicicleta eléctrica corría como el viento.

Pie de foto: Nuestras bicicletas eléctricas fueron un modo ideal de moverse por el lugar


La ruta que tomamos hacia el lugar de nuestro almuerzo era espectacular. Viajar por una antigua ruta con árboles como torres a la izquierda y un rápido arroyo de montaña a la derecha daba energías. Cruzar por aquella tranquila zona rural aclaró mi cabeza y me sentí completamente capaz de conectar con el entorno.

Pie de foto: Cruzando por el bosque siguiendo el curso de un rápido río


Pedaleamos siguiendo el curso del río hasta que Taka-san indicó que ibamos a hacer una parada. Nos quitamos los cascos y aseguramos nuestras bicicletas junto al camino. Mi guía me llevó por un camino y señaló una abertura en la base de la ladera de la montaña. Entonces me dijo que ibamos a bajar a una cueva. Esta parte del tour fue una sorpresa, pero estaba más que contento de poder bajar a una fresca cueva en un día tan caluroso como aquel.

Pie de foto: La entrada a la cueva era un tanto estrecha, pero en el interior había mucho espacio


Dentro de aquella cueva parecía otro mundo. La cavidad era mucho más amplia de lo que esperaba y en los puntos de mayor altura debía tener unos cinco metros. Habían pasado muchos años desde mi última experiencia en una cueva y ya había olvidado la extraña sensación de frío cuando estás en el interior de la roca. Había una poza cubriendo casi la mitad del suelo y su agua era extremadamente clara. Me sobresalté un poco cuando un murciélago cruzó por la bóveda de la cueva pero enseguida me acostumbré a sus revoloteos entrando y saliendo de sus guaridas sobre nuestras cabezas.  

Pie de foto: El interior de la cueva era silencioso y con un frescor refrescante 


Después de nuestra rápida visita a la cueva, cruzamos al otro lado de la carretera para caminar un breve trayecto por el bosque contiguo a un arroyo de montaña. El follaje de intenso verdor de aquel bosque era increíble y uno podía encontrar todas las variedades posibles de verde recubriendo árboles, rocas y suelo. 

Pie de foto: El manantial de montaña alimentaba el río que atraviesa el bosque


Después de caminar unos diez minutos llegamos a un manatial que alimentaba el riachuelo de montaña. El punto donde aparecía el riachuelo en la base de unas rocas tenía un aspecto tan refrescante que poco me faltó para saltar allí y bañarme. Por desgracia, no iba vestido para ello y tampoco era un objetivo del tour de ese día, así que regresamos junto a  nuestras bicicletas y nos preparamos para el próximo tramo de nuestro viaje.

Pie de foto: Este enorme peñasco ha mantenido su posición en el río durante siglos


Continuamos nuestro viaje en bicicleta y fue una gran oportunidad para ver la zona y alrededores de la ciudad en nuestro camino hacia el albergue de estilo tradicional Tousaku-juku, donde almorzaríamos. Cuando llegamos alrededor del mediodía, estaba más que dispuesto para comer. Estaba especialmente entusiasmado por la oportunidad de degustar la deliciosa carne de la ternera de Matsusaka criada en la ciudad de Taiki. La carne de ternera producida en Taiki está considerada como una de las mejores dentro de la categoría de Matsusaka y es una de las mejores carnes de ternera de todo Japón. Es muy conocida por el hecho de que prácticamente se deshace en tu boca debido a la alta proporción de grasa que contiene. 

Pie de foto: El almuerzo de barbacoa tuvo lugar en la Tousaku-juku Guest House, de construcción tradicional


El almuerzo de barbacoa no me decepcionó. La ternera era increíblemente deliciosa y los anfitriones amigables y divertidos. Fue una ocasión perfecta para recargar energías, relajarme y disfrutar de la famosa hospitalidad japonesa antes de pedalear de vuelta a Takiharagu.

Pie de foto: La ternera de Matsusaka era todavía mejor de lo que esperaba


En el camino de vuelta hacia el santuario conseguí relajarme por completo y dedicarme solo a disfrutar del recorrido. Uno de los elementos de este paquete turístico que más me gustó fue que todo transcurrió de manera muy flexible. Nunca sentí que tuviera que apresurarme o llegar al siguiente punto. Si quería quedarme un poco más en algún sitio, no había ningún problema. Si quería pedalear un poco más despacio y empaparme de la atmósfera de la ciudad de Taiki, podía hacerlo. El almuerzo de barbacoa tenía el ambiente de estar comiendo con amigos, aunque nos acabábamos de conocer.  

Pie de foto: Pasé un gran día con mi guía ciclista, Taka-san


Mi visita a la ciudad de Taiki fue en otoño y hacía un tiempo perfecto para ir en bicicleta. También ayudó que el tour incluía bicicleta eléctrica así que pude disfrutar de la ruta sin necesidad de quemarme demasiado con el pedaleo entre las paradas. Ir con la bicicleta de vuelta al santuario y después a mi alojamiento fue maravilloso. Había sido un día extraordinario y la combinación de cultura, comida y actividad al aire libre fue la mezcla perfecta para que lo considerara una gran experiencia japonesa.


Para cualquiera que busque experimentar la belleza y la calma de uno de los más sagrados lugares del Japón, recomiendo efusivamente una visita a Takiharagu. Y si puedes combinar dicha visita con un tonificante tour en bicicleta que incluye paradas especiales a lo largo del camino y una deliciosa comida a base de una de las mejores terneras del mundo, mejor que mejor. 

RUTA CICLISTA EN PARAJE MÍSTICO CON BARBACOA DE TERNERA DE MATSUSAKA
https://miescape.jp/en/plan/877/



Consejería de la ciudad de Taiki para la dinamización regional
http://taiki-okuise.jp/language/en/
TEL:+81-598-74-2277
http://taiki-okuise.jp/language/en/contact/


<Duración>
5 horas ( 10:00 AM~15:00 PM)
- 1 hora en Takiharagu
- 2 horas en Tousakujuku para comer
- 2 horas de bicicleta (E-bike)  

<Épocas de funcionamiento>
Todas las estaciones

<Precio>
13.000 yenes por persona (sin guía)
¥16.000 por persona (con guía)
- Alquiler de E-bike (con casco)
- Almuerzo de barbacoa de ternera de Matsusaka en TOSAKUJUKU
- Mapa de la ruta

< Tamaño de la excursión >
- De 2 a 10 personas

<Lugar y hora de encuentro>
10:00 AM
Estación de carretera (michi-no-eki) Okuiseki Kitsutsukikan
870-37 Takihara Taiki-cho, Watarai-gun, Prefectura de Mie
https://goo.gl/maps/gYJoPjj7K8ef2SgE6

<Accesos>
Desde Tokio
- Alrededor de 5 horas en tren 
- Alrededor de 5 horas y media en coche

Desde Osaka
- Alrededor de 3 horas y media en tren 
- Alrededor de 2 horas y media en coche

Desde Nagoya
- Alrededor de 3 horas en tren 
- Alrededor de 1 hora y media en coche

Atracciones turísticas incluidas en este artículo